26 abril, 2024
Notas Obreras

PUBLICACIÓN MARXISTA EN LA RED

Nacional

Una supuesta «revolución curricular»

Carta abierta a Francisco Cajiao

Existe una nociva tendencia en la educación pública a negarle a los estudiantes la transmisión de la riqueza científica y cultural creada por la humanidad

Bogotá, 3 de febrero de 2003
El Tiempo
Señor Director:
El 28 de enero pasado, el señor Francisco Cajiao presentó, bajo el título de «Lenguaje no es clase de español», algunos de sus puntos de vista sobre «lo que sería una revolución curricular». Dado el interés primordial que para la sociedad colombiana tiene el tema, nos permitimos expresar, como ciudadanos rasos, nuestras opiniones, agradeciendo de antemano al señor director la acogida que preste a estos comentarios.

Nuevo embate contra la economía nacional

Por Alfonso Hernández
En días pasados se dieron a conocer los documentos de la Misión Alesina, sobre las reformas que requiere Colombia para reducir de manera expedita el gasto público y destinar una mayor porción del presupuesto y la riqueza nacional al pago de la deuda externa. Los escritos abarcan los temas de la educación pública, la descentralización, el Banco de la República, las Cortes, el Parlamento y las elecciones, entre otros.

Rabietas y piruetas del candidato Presidente

Por Alfonso Hernández
Una vez negociado el reparto del botín burocrático, la Comisión Primera del Senado aprobó por mayoría —conformada por uribistas y conservadores— el proyecto de reforma constitucional que busca abrirle paso a la reelección de Uribe. Éste, proclamado adalid de la lucha contra el clientelismo y la politiquería, no tuvo empacho alguno, luego de que la bancada goda ventilara en público sus apetencias, en ofrecerle como pago la Vicepresidencia, algunas carteras, los organismos de control o numerosos cargos diplomáticos.

El gobierno de Samper: ruina y felonía

Por Alfonso Hernández[*]

Colombia entró penosamente en el cuarto año de la presidencia de Ernesto Samper. Éste no sólo ha desvencijado la capacidad productiva del país, también hizo jirones su soberanía. Hay quienes dicen que mostró un gran aguante ante la acometida norteamericana, pues se mantiene en el cargo. No carecen de razón. Durante cerca de tres años el presidente viene soportando, sin una protesta, sin un gesto de dignidad, los oprobios con los que lo cubren los emisarios de la Casa Blanca. No renuncia porque apacigua a sus amos entregando día tras día el patrimonio material y moral de la república.

La encerrona del tratado de libre comercio

Por Alfonso Hernández

No existe duda de que el Gobierno de Álvaro Uribe se ha propuesto trabajar y trabajar para cumplir los mandatos estadounidenses: asumió una actitud casi insular de respaldo a la agresión al pueblo de Irak, que ya cumple un año, ha abogado por la imposición del ALCA y se afana por aherrojar a Colombia con el tratado de libre comercio con los Estados Unidos.

Sobre el acuerdo en Ecopetrol

El pasado 26 de mayo, con la firma del acuerdo entre el gobierno y la Unión Sindical Obrera, USO, se dio fin no sólo a la huelga, iniciada el 22 de abril, sino a un conflicto que se prolongó por 18 meses, desde cuando el sindicato presentó su pliego de peticiones y la empresa un contrapliego orientado a arrasar la convención colectiva de trabajo y ese fortín histórico del sindicalismo colombiano, medida insoslayable para que el gobierno de Uribe Vélez entregara la ingente riqueza nacional de hidrocarburos al saqueo, sin tasa ni medida, de los monopolios imperialistas.

Fecode señaló el camino

Por Alejandro Torres[*]

El episodio de la reforma constitucional mediante la cual se redujeron las transferencias de recursos de los ingresos corrientes de la nación a los departamentos y municipios, destinados a los gastos de salud y educación, dividió el país en dos bandos claramente definidos: de un lado, el pueblo que rechazaba la abrupta merma de los ya insuficientes fondos, y del otro, la cúspide oligárquica empecinada en «honrar», sin más dilaciones, su «pacto» de diciembre de 1999 con el Fondo Monetario Internacional.

“La casa está barata, este es el momento para entrar”

Por Alejandro Torres
En el simposio sobre contratación y regulación petrolera, efectuado entre el 26 y el 28 de noviembre del año pasado en Cartagena, al cual asistieron representantes de 40 compañías de más de diez países, y en el que todos a una exigieron “definir un nuevo esquema de contratación, sencillo y flexible, en reemplazo del contrato de asociación vigente en Colombia”, Álvaro Uribe se comprometió a apurar, apurar y apurar para hacerle frente a la llamada emergencia petrolera que vive el país por la caída en la producción del crudo (entre 1999 y 2002, principalmente como consecuencia de la política deliberada de minar a Ecopetrol, la extracción disminuyó en más de 300 mil barriles diarios, un 29%). El mandatario remarcó ante los ávidos huéspedes: “Yo quiero decirles a ustedes que el gobierno tiene todo el interés en avanzar para cumplir metas, pero ambiciosas de verdad, que nos saquen de este temor del túnel por falta de petróleo y sus derivados. Estamos dispuestos a firmar con ustedes los contratos que prorroguen las asociaciones vigentes a fin de extender en el tiempo la producción de esos pozos”. Luego, y alentados por las declaraciones de su superior, una cáfila de funcionarios del área instaron a los visitantes a no perder tiempo en el aprovechamiento de nuestro recurso, ya que si no lo hacían tendríamos que “dejarlo enterrado para siempre”.

En la ruta de la claudicación

Por Alejandro Torres Bustamante
Don Carlos Arturo Rodríguez Díaz, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, está dando muestras de ser un hombre muy activo, tanto, que el 1º de enero madrugó a poner en circulación un documento: Sindicalismo y gobiernos progresistas. El propósito principal del tempranero artículo consistió en llamar a las agremiaciones de los trabajadores a acompañar las “políticas democráticas de amplio contenido social” de mandatarios seccionales como el alcalde de Bogotá, Luis Eduardo Garzón y el gobernador del Valle del Cauca, Angelino Garzón.

Ominosa entrega de la EEB

Privatización del sector eléctrico

Alejandro Torres[*]

El 15 de septiembre, Luz de Bogotá y Capital Energía, compañías de fachada de la trasnacional española Endesa, prácticamente se apropiaron de la Empresa de Energía de Bogotá, EEB, mediante la compra de la mitad de las acciones de Emgesa y Codensa, sociedades en las cuales el gobierno concentró las actividades de generación y distribución de la empresa capitalina y a las que se había subvalorado de manera escandalosa para poder presentar el torticero negociado como un éxito para Colombia. Éste es el más reciente capítulo de la aberrante entrega de la propiedad eléctrica del país a los monopolios, que ya se apoderaron de 50% de nuestra capacidad de generación; y una prueba de que, cuando se trata de servir a los intereses imperiales, samperistas y mockusistas son el mismo perro con la misma guasca.