Por Alfonso Hernández
Gracias al trabajo concienzudo y valiente del periodista Daniel Coronell, el país ha podido darse cuenta de cuán redituables son las políticas de “Confianza Inversionista” que el presidente Álvaro Uribe impulsa con más avaricia que devoción. En un lapso más breve del que requiere un sufrido afiliado a una EPS para conseguir una cita médica, los hijos del Ejecutivo obtuvieron que unos predios adquiridos a precio de propiedad rural se convirtieran, primero, en lotes para uso industrial, y, luego, en una zona franca, con lo cual sus “inversiones” se multiplicaron por más de 100. Uno solo de los terrenos pasó de costar $33.926.553 a $3.092.998.621, hechos que ofenden no solamente por lo torticeros, sino también por los montos, en un país asolado por el desempleo y el hambre.
Por Ludwing Niccolò Romanovich
El pasado 6 de marzo varios medios de comunicación divulgaron un plan de salvamento propuesto por el propio Álvaro Uribe Vélez, por medio del cual se destinará una línea de crédito de Bancóldex, correspondiente a 500 mil millones de pesos, para financiar la adquisición de carro “nacional” y la compra de electrodomésticos, con el objetivo aparente de auxiliar a estos renglones económicos, afectados por los vientos de la crisis capitalista que hoy asola a todo el planeta.
La declaración presidencial rebosa cinismo, ya que es difícil que alguien iguale el récord de Uribe en el pisoteo de los derechos individuales y colectivos de los asalariados, no en su protección.
Ninguno de los candidatos ofrece soluciones reales a los trabajadores ni a la patria
El país se aproxima a las nuevas elecciones presidenciales en medio de una inacabable violencia y bajo el azote de la miseria, agudizada por la furia invernal; todo lo cual pone en evidencia hasta qué punto los diferentes gobernantes han tenido preocupaciones harto distintas a las de solucionar los problemas que aquejan a la población: no se ha adelantado ninguna de las obras necesarias para mitigar los estragos de las aguas acrecidas; la pobreza, tema de eternas promesas y de emotivos discursos, asuela a la mayoría de nuestros conciudadanos; la matanza se ensaña sobre más y más gente, y la masa de desplazados atiborra calles y parques.
Por Francisco Cabrera
Editorial
En medio de un ascendiente repudio popular comenzó ayer el proceso de conversaciones que busca aprobar un tratado de libre comercio entre los países andinos, incluida Colombia, y los Estados Unidos. El mencionado acuerdo no es otra cosa que la total anexión económica de estas naciones a la gran potencia.
Los próximos cuatro años serán de continuismo en materia económica, de despotismo en el terreno político y de una vulgar hipocresía en asuntos de ética
Por Francisco Cabrera
Por su pasado, por los cien puntos de su programa, por el talante de los personajes de su gabinete y por sus primeros actos de gobierno, Uribe Vélez les ha dejado saber a los colombianos que los próximos cuatro años serán de continuismo en materia económica, de despotismo en el terreno político y de una vulgar hipocresía en asuntos de ética. Anne Paterson, la embajadora del imperio, en el evento “Colombia a los ojos de Wall Street” planteó en público las tareas que la administración Bush le impuso en privado a Uribe en su reciente viaje a Washington: subir el porcentaje del PIB dedicado a seguridad, convocar a las reservas, extender el tiempo del servicio militar, reformar las leyes penales y la estructura judicial, reabrir el programa de interceptación aérea, y, por supuesto, comprometerse con el “mercado libre”.
Por Alfonso Hernández[*]
En pocos meses se cumplirán tres largos años del gobierno de Andrés Pastrana. Durante la campaña electoral, muchos de los editorialistas y otras plumas, a cargo de los cuales corren los análisis sesudos, presentaron al delfín de la Casa Pastrana como el San Jorge que daría la lanzada mortal al dragón de la corrupción, como el paladín de la democracia que pondría coto al clientelismo y como el estadista capaz de alentar el aparato productivo, disminuir el desempleo y entronizar la paz. Promesas que se resumían en el lema de «el cambio es ahora». Cierto que en muchas de esas apologías se percibía una sensación de desgano, algo de falta de convicción, pues la hoja de vida del aspirante no lo acreditaba para capitanear semejante cruzada.
Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial
Por Alfonso Hernández[*]
Próximamente, el Gobierno presentará al Congreso el Proyecto de Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial, desarrollo del artículo 288 de la Constitución de 1991, que busca dividir la nación en regiones. Dicha tendencia fragmentadora no se aplica con exclusividad a Colombia, puesto que constituye el complemento indispensable, la otra cara de la globalización. La organización federal de los países sojuzgados es la que mejor se ajusta a los intereses imperialistas de hoy, pues mina el logro de los pueblos que, durante los siglos XIX y XX, se sacudieron de la dominación colonial y constituyeron Estados con independencia política y mercado interior relativamente autónomo.
Por Alfonso Hernández[*]
El pasado 5 de mayo, cerca de medianoche, el Senado aprobó al Plan Nacional de Desarrollo denominado Cambio para Construir la Paz. Para imponerlo, el gobierno, haciendo uso de los métodos de la democracia participativa, arremetió a bastonazos y con gases lacrimógenos contra las masivas protestas de educadores, trabajadores de la salud, obreros, estudiantes y padres de familia, quienes durante semanas colmaron las plazas y calles principales de ciudades y pueblos. El mamotreto en mención legisla sobre lo habido y por haber y el Congreso está obligado a aprobarlo en un plazo perentorio o el presidente lo expide por decreto. El pupitrazo que dio vida legal al Plan, lleno de prédicas acerca de la transparencia, fue antecedido por el corte de la señal de televisión para facilitar el agitado bazar de prebendas para los parlamentarios de la Alianza para el Cambio y los demás que comprometieran su voto. Fue tal la premura que, según Portafolio del 25 de mayo, el gobierno “lo estudiará a fondo”, pues “no se supo qué quedó y qué no.”