Las propuestas robledistas de embellecerle la cara al régimen, exigiendo no la desprivatización total de los sectores estratégicos de la economía, sino el “control político” a los gobernantes apátridas por el establo parlamentario, no conducen sino a corromper a las masas, a sembrarles ilusiones en el régimen opresor y a apuntalar a sus enemigos.
Cabe esperar que las bases del Polo, una y otra vez abochornadas por el comportamiento oportunista de sus dirigentes, llamen a cuentas a ese Comité Ejecutivo que ha contemporizado con las prácticas más reaccionarias y los procederes más turbios.
En una breve aparición en la Asamblea de Accionistas de la ETB, efectuada el pasado 22 de marzo, el Alcalde de Bogotá, Samuel Moreno Rojas, anunció que someterá próximamente al Concejo de la ciudad un proyecto de acuerdo para entregarle el control de la empresa al capital privado.
A raíz de los bloqueos realizados en la ciudad por el paro de los camioneros el alcalde Samuel Moreno dijo a los medios de comunicación el 18 de febrero: “Yo creo que el Congreso de la República debe legislar, en unas penas mucho más severas para quienes perturban el transporte público y masivo, y que […]
No queda otro camino sino apelar al pueblo alertándolo acerca de las implicaciones de la llamada sostenibilidad fiscal sobre las escasas garantías que le quedan para hacer valer sus derechos y llamarlo a las calles.