Las razones para la creación de Antípoda; BRICS y situación internacional; decepción del campesinado con gobierno actual; pobreza en la costa atlántica
Las condiciones pavorosas que impone el capital en los cultivos de la sabana de Bogotá y su aviesa respuesta a los reclamos de los asalariados demuestran que éstos al alborear el siglo XXI tendrán que librar batallas enormes, como las que enfrentaron los bananeros en los comienzos de la centuria anterior.
Notas Obreras ha recogido en las cuatro entrevistas que aquí se publican las apreciaciones de Laurencio Peña, presidente de Sintraguacarí, y de las compañeras Ana Sixta Mora, Blanca Medina y Estela Méndez, sobre las condiciones por las que hoy atraviesan y acerca de sus expectativas en la organización de los trabajadores.
El pasado sábado 18 septiembre, más de 30 uniformados a órdenes del comandante de policía de Zipaquirá, Mauricio Galán atacaron de forma brutal a los trabajadores de Agrícola Guacarí, quienes adelantan una huelga pacífica para reclamar el pago de quincenas atrasadas, la prima de junio y los aportes de seguridad social en pensiones y salud, que la compañía se embolsilla dolosamente, en vez de entregarlos a las EPS y a los fondos respectivos.
Por Alejandro Torres
Con la entrega, el pasado 9 de noviembre, por parte del liquidador nombrado por la Superintendencia de Sociedades de las cartas de cancelación de los contratos a cerca de 500 trabajadores activos concluyó, después de dos meses de enconada batalla, la huelga en la plantación florícola Benilda S.A.C.I. Paradójicamente, la finalización de sus contratos y la entrada en liquidación de la firma se constituye en un triunfo de estos proletarios, pues con tal solución fueron derrotados los planes de la compañía, que montó maniobra tras maniobra para deshacerse de la fuerza laboral contratada directamente, esquivando responder por las deudas laborales, entre otras, las cotizaciones al sistema de seguridad social en salud y pensiones, el subsidio familiar y las indemnizaciones.
Este 11 noviembre, los trabajadores del hospital San Juan de Dios de Zipaquirá iniciaron un paro general con el propósito de impedir la liquidación de la entidad. La inmensa mayoría del personal, con el apoyo de un nutrido grupo de usuarios, dio comienzo a la huelga en las horas de la madrugada y, exceptuando las urgencias, se suspendió la prestación de todos los servicios. Mientras que muchos funcionarios mantenían el control sobre las diferentes puertas de acceso, centenares marcharon a la Alcaldía municipal a entonar consignas contra la desalmada política de feriar las instituciones de salud.