El proceso turbio mediante el cual el Consejo Superior de la Universidad Nacional designó a Ismael Peña, el candidato continuista, como rector para el período 2024-2027, tiene indignados a estudiantes, profesores, exalumnos y trabajadores, cuyos pronunciamientos exigen que se respete la voluntad mayoritaria de la comunidad académica que votó por abrumadora mayoría al profesor Leopoldo […]
No queda otro camino sino apelar al pueblo alertándolo acerca de las implicaciones de la llamada sostenibilidad fiscal sobre las escasas garantías que le quedan para hacer valer sus derechos y llamarlo a las calles.
¡Salvar las universidades públicas!
Por Alfonso Hernández
El pasado viernes 17 de octubre, Álvaro Uribe ordenó un ataque feroz contra el estudiantado de la Universidad Nacional, con la mentirosa afirmación de que los educandos habían secuestrado al rector. Escuadrones de policía motorizada, tanquetas y centenares de antimotines allanaron la institución, golpearon a estudiantes inermes y sembraron el terror. El Fujimori colombiano ofreció recompensas millonarias y amenazó con hacer enjuiciar como secuestradores a los jóvenes que reclaman presupuesto para la enseñanza.
Por: Arturo Stevenson
En un reciente informe de la ONG Transparencia por Colombia, organización patrocinada por empresas privadas, nacionales y extranjeras, se evalúan la meritocracia, la transparencia y la institucionalidad de 158 entidades del Estado colombiano.
En esta medición, sin entrar a juzgar sus intereses, su metodología investigativa ni la objetividad de los resultados obtenidos, se evidencia que sobre estas variables las instituciones y empresas públicas colombianas, están en mayor o menor grado impregnadas por la corrupción; los resultados del estudio son desastrosos para el gobierno, ya que en un 56 (por ciento) las entidades evaluadas no toman acciones que mitiguen o prevengan este fenómeno, razón por la cual dejan abierta la puerta para la ratería de quienes las dirigen. Se establece que la valoración se pasó “raspando”, sin embargo, aceptar esta conclusión, sería avalar que miles de millones de pesos del erario, sean sustraídos por estos pícaros.
Obama tira la piedra y esconde la mano
Por Alfonso Hernández
El pasado domingo 28 de junio, en horas de la madrugada, tropas del ejército asaltaron la residencia del presidente de la República de Honduras, Manuel Zelaya Rosales. Después de desarmar a la guardia, procedieron a secuestrar al mandatario, a quien luego expulsaron del país y dejaron en Costa Rica. Los golpistas suspendieron todas las emisiones de radio y televisión y cortaron la energía eléctrica con el claro propósito de aislar a los ciudadanos hondureños del mundo.
Una vez sabida la noticia, obviamente, todas las miradas se dirigieron a Washington. En la reunión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos, el embajador de Honduras, Carlos Sosa, destacó la semejanza de este asalto con los llevados a cabo, bajo el patrocinio de los Estados Unidos, contra los gobiernos de Jacobo Arbenz en Guatemala y de Salvador Allende en Chile. Por su parte, el embajador de Venezuela, Roy Chaderton, denunció las actividades antigubernamentales en Honduras de Otto Reich, alto funcionario de la secretaría de Estado en los años ochentas y, como tal, promotor de los Contras de Centroamérica, y, posteriormente, embajador en Venezuela, cargo desde el cual promovió, en 2002, el golpe de estado contra Hugo Chávez Frías. Además, en la primera rueda de prensa en suelo costarricense, Manuel Zelaya, conocedor de la obsecuencia de los chafarotes de su país con el Pentágono, sostuvo que si el golpe no tenía el respaldo de los Estados Unidos no se sostendría ni siquiera 48 horas.