La policía de Zipaquirá reprime ilegalmente la huelga en Flores de Las Indias

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La mayoría de los trabajadores, agrupados sindicalmente en Asoindias-Untraflores, optó por el cese de actividades ante el robo descarado del que vienen siendo objeto por parte de los empresarios que se niegan a pagar las quincenas y que durante meses se han quedado con los dineros de las cotizaciones a la seguridad social, se apropian la plata del subsidio familiar, no pagan las primas ni las vacaciones, no entregan la dotación y no cumplen con ninguna de las obligaciones del contrato laboral, pero en cambio sí someten a los operarios a una extenuante sobrecarga de trabajo.

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El pasado viernes, hacia el mediodía, la inspectora de policía de Zipaquirá, María Jaqueline Rota Duarte, irrumpió en las instalaciones de Flores de Las Indias acompañada de un piquete de policías y ordenó a éstos destrozar los candados e ingresar por la fuerza a la plantación escoltando a un grupo de empleados administrativos, de esquiroles y de celadores recientemente contratados, con el objetivo de romper la justa huelga que se inició desde el lunes 26 de marzo y que se desarrolla de manera completamente pacífica.

La mayoría de los trabajadores, agrupados sindicalmente en Asoindias-Untraflores, optó por el cese de actividades ante el robo descarado del que vienen siendo objeto por parte de los empresarios que se niegan a pagar las quincenas y que durante meses se han quedado con los dineros de las cotizaciones a la seguridad social, se apropian la plata del subsidio familiar, no pagan las primas ni las vacaciones, no entregan la dotación y no cumplen con ninguna de las obligaciones del contrato laboral, pero en cambio sí someten a los operarios a una extenuante sobrecarga de trabajo. Por todo esto la huelga que se desarrolla es imputable al empleador y, por tanto, no cabe duda sobre la ilegalidad de la actuación de la inspectora y de la policía y de su intromisión arbitraria en un conflicto estrictamente laboral. Quienes están abiertamente contra la ley en Flores de Las Indias son los empresarios, para quienes no ha habido ninguna autoridad que los obligue a cumplirles a sus empleados.

En los cultivos de flores de la Sabana de Bogotá, las violaciones a las normas más elementales son el pan de cada día y frente a tales atropellos el gobierno se muestra completamente impasible, al tiempo que las autoridades de policía acuden presurosas en auxilio de los timadores so pretexto de salvaguardar la intocable propiedad privada. Hechos como el de Las Indias le enseñan al obrerismo en carne propia cuál es el papel del Estado en la sociedad capitalista. Aprenden en la práctica que lo que llaman Ministerio del Trabajo no es más que un aparato burocrático al servicio de los empresarios. Entienden, además, que en esta sociedad sus derechos son letra muerta y que hacerlos valer les termina costando enormes sacrificios.

La polícia rompió los candados y entró por la fuerza escoltando a los esquiroles
La polícia rompió los candados y entró por la fuerza escoltando a los esquiroles

Después de los hechos del viernes se reunió una asamblea y acordó que debían fortalecer la huelga impidiendo que se reanude la producción, y para ello, un grupo de 40 obreros decidió quedarse en el cultivo para evitar que en la mañana de éste sábado se repita la acción de los esquiroles. La lucha que adelanta este pequeño contingente de hombres y mujeres merece el apoyo resuelto del movimiento obrero y la solidaridad de todo el pueblo ¡Apoyémosles!

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