¡Abajo la liquidación de Emsirva!

Print Friendly, PDF & Email

Que se unan todos los sectores susceptibles de unirse y se lancen a la calle a exigirle al gobierno que revoque de inmediato la liquidación, reintegre a los 600 despedidos y le devuelva a Emsirva la prestación de los servicios de aseo y recolección y disposición de basuras. Sólo así el régimen retrocederá y, además, verá comprometido su empeño de clavarle las garras a la más codiciada presa de los privatizadores: las Empresas Municipales de Cali, Emcali.

Print Friendly, PDF & Email

El 25 de marzo la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, SSPD, emitió la resolución 07455, mediante la cual ordenó la liquidación de la Empresa de Servicio Público de Aseo de Cali E.S.P., Emsirva. Así culminó un proceso fríamente calculado por el gobierno uribista, el cual arrancó con la intervención de la empresa en octubre de 2005. Se trataba de privatizar totalmente la recolección y disposición de basuras y la limpieza de las vías públicas en Santiago de Cali.

La Superintendencia, so pretexto del cierre del basurero de Navarro, exigido por la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, CVC, inició su actuación entregándole la disposición final de las basuras a Interaseo, consorcio radicado en Medellín, que maneja rellenos sanitarios en Pereira, Santa Marta, Valledupar y Sincelejo y es la primera empresa del país en este ramo. La decisión le redujo a Emsirva, a partir de junio de 2008, más del 15% de sus ingresos, lanzó al desempleo a alrededor de 500 trabajadores y produjo un alza inmediata de la tarifa.

Luego sectorizó en cuatro zonas la recolección de basuras y la limpieza de vías; tres de aquellas que suman más del 70% de la ciudad, unos 400 mil usuarios, se le concedieron, a partir de febrero de este año, a los consorcios privados Empresa Metropolitana de Aseo de Cali, S.A. E.S.P., Emas; Proambiental Valle S.A. E.S.P.; y Ciudad Limpia Bogotá S.A. E.S.P. Con esto, la empresa fue reducida a la mínima expresión.

Pero el gobierno no quería tanto, sino más. Tenía que entregarle lo restante a alguno de sus compinches contratistas y erradicar el ente público. Adujo, entonces, que a pesar del “éxito” de lo realizado hasta ahora, Emsirva, definitivamente, no era viable ya que por sus “costos laborales y convencionales no tiene la capacidad de adaptarse a condiciones de un modelo de eficiencia exigido por el sector (…) Porque los empleados y los pensionados se agrupan en su mayoría en la organización sindical (…) por una alta carga prestacional establecida en la convención colectiva y la necesidad de fondeo del pasivo pensional”; en fin, por tener “una estructura laboral inflexible”. El mundo al revés: quienes con su labor abnegada forjaron junto con otros sectores sociales este patrimonio de los vallecaucanos son motejados de villanos por haber alcanzado algunos logros extralegales en la paga y las prestaciones, y por el crimen de lesa patria de pertenecer a un sindicato; mientras quienes desangraron y descuartizaron la empresa para regalársela a sus compadres se autoerigen en próceres de la eficiencia y la austeridad.

Como es consustancial al uribismo la medida fue tomada en medio de oscuras maniobras. El alcalde local, que se reunió largas horas con la superintendente el mismo día del cierre, dice que nada le fue mencionado, lo mismo han dicho varios dirigentes políticos de la región. El bando se fijó en la oscuridad de la noche a dos manos entre los funcionarios de la superintendencia y los escuadrones del Esmad, los mismos que reprimieron con saña a los obreros que, al clarear el día 26, cuando se enteraron de la funesta noticia, se lanzaron a bloquear por varias horas las calles del norte de Cali. ¿Cuando los enemigos de los trabajadores y del patrimonio nacional proceden con tamaña sevicia, no se demuestra de nuevo lo pérfidas que resultan las prédicas apaciguadoras de los oportunistas contra la “lucha de clases”?

Por otra parte, este suceso ha vuelto a indicar que los obreros no tienen nada que hacer en las “mesas de concertación” en las que sus enemigos los embaucan. No pueden caer en la trampa de que para salvar la empresa tienen que considerar la posibilidad de renegociar sus logros convencionales o embolatarse buscando mejores términos para retirarse voluntariamente. Por el contrario, proceder de esa manera facilita la clausura de los entes públicos. Su única opción es oponerse desde el comienzo y sin ambages a la privatización y a la supresión de siquiera el más mínimo de sus derechos, ganados con tanto esfuerzo y tan merecidamente.

Diversos sectores de Cali, entre los que figura el Alcalde, están convocando para el próximo martes una manifestación de protesta contra la aviesa medida uribista que, entre otros nefastas consecuencias, significará que de las exangües arcas del municipio se tendrán que asumir el pasivo pensional de 60 mil millones de pesos y los casi 40 mil millones que vale el cierre del antiguo basurero.

Que se unan todos los sectores susceptibles de unirse y se lancen a la calle a exigirle al gobierno que revoque de inmediato la liquidación, reintegre a los 600 despedidos y le devuelva a Emsirva la prestación de los servicios de aseo y recolección y disposición de basuras. Sólo así el régimen retrocederá y, además, verá comprometido su empeño de clavarle las garras a la más codiciada presa de los privatizadores: las Empresas Municipales de Cali, Emcali.

Notas Obreras

Comentarios

Sé el primero en comentar este artículo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *