El gobierno y las centrales sindicales se arrodillan ante los patrones en la fijación del salario mínimo de 2024
Declaración de Notas Obreras:
Ya es un hecho que el aumento del salario mínimo para 2024 si mucho llegará al 12 %. La farsa que por décadas ha acompañado su “concertación”, esta vez batió todas las marcas, pues resultó que bajo el autoproclamado gobierno “del Cambio”, es decir, con supuesta mayoría de los de abajo en la comisión tripartita de “concertación”, el incremento real será uno de los más bajos de los últimos tiempos.
La comedia comenzó con la pírrica solicitud por parte de las centrales sindicales de 18 % de aumento, que está lejos de suplir las acuciantes necesidades de quienes menos ganan en Colombia; pues se sabe, por los propios estudios oficiales, que la adquisición de la canasta básica familiar cuesta bastante más del equivalente a dos salarios mínimos, ni se compadece con las altas ganancias que registran las empresas, ni con la plusvalía que les extraen a los asalariados, elementos que los pusilánimes de la centrales nunca ponen sobre la mesa —ni agitan entre las masas a las que no movilizan ni a un mitin durante la “negociación”—, sino que se someten a los parámetros sesgados impuestos por los monopolistas y sus agentes: la tasa de inflación y la llamada productividad de los factores.
Pero esta vez llevaron la ductilidad al extremo: les filtraron a los medios que ya habían accedido a bajar su aspiración inicial a un mísero 12 %, aunque, en el colmo del cinismo, el señor Fabio Arias, presidente de la CUT, salió a estos a decir que formalmente no habían cedido del 18 % pero que otra cosa eran las conversaciones, que tienen un “cierto nivel de confidencialidad”; dicho sin circunloquios, que ya claudicaron en la “mesa de concertación”, pero que para cubrir su obsequiosidad debían mentir públicamente. Esta “táctica” falsaria de negociación movería a risa si no fuera tan indignante y costosa para los proletarios. Queda también como testimonio de la felonía, que los señores Cabal y Mac Master, de Fenalco y la Andi, no pudieron disimular la mueca de sorna que les produjeron sus “contrapartes”, incluso se permitieron la osadía de ni siquiera hacer una contraoferta, sino que con paciencia esperaron a que los “temibles” Arias y Oyola por su propia cuenta claudicaran.
Es evidente, como lo advirtió Notas Obreras, que la orden presidencial a la obsequiosa cúpula sindical era la de sacarle las castañas del fuego, minimizando sus aspiraciones, de tal manera que los burgueses no tuvieran otro motivo para vapulear al gobierno. Una vana ilusión del adalid del Pacto Histórico, ya que la táctica resabida de la oligarquía consiste en apalearlo, por sí o por o no, para sacarle concesión tras concesión.
Así, a costa del obrerismo y en medio de la carestía vigente y la escalada alcista anunciada, el gobierno de Petro se muestra ante los cacaos y demás burgueses y ante el Fondo Monetario como más “responsable” que sus antecesores, y los adocenados jefes de los sindicatos traicionan por enésima vez a sus representados.
Bogotá, 29 de diciembre de 2023
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