Por Patricia García y Alfonso Hernández
Con el afán de entregar el hospital San Juan de Dios de Zipaquirá a los buitres financieros, el gobernador Andrés González dice basarse en un “estudio”1, de esos de conclusión anticipada, que sólo encontró un argumento: los deudores no le pagan la cartera al San Juan de Dios y, por ello, hay que liquidarlo. La celada quedó en evidencia, pues los mayores deudores son la propia Gobernación, con más de dos mil millones de pesos, y las EPS, morosas con más de cinco mil millones de pesos que, no obstante, buscan adueñarse del negocio.