En esta oportunidad se trataron tres aspectos: las ayudas estatales a los pobres; declaración sobre la reforma a la educación; el dislate del pago del transporte público en la tarifa de energía.
La educación pertinente que pregonan el Banco Mundial y la OCDE reserva para los países desarrollados lo más avanzado de la ciencia y la tecnología y a los rezagados los condena a continuar en el atraso, dedicados a proveerles materias primas y abiertos a las importaciones de los productos de las metrópolis.
La comunidad universitaria no debe perder “estos momentos de efervescencia y calor” ni dejar escapar esta ocasión para lanzarse, en agosto o a más tardar a comienzos de septiembre, al paro nacional indefinido con el fin de hacer abortar la intentona santista.