La inconformidad nacional contra el modelo de la Ley 100 debe juntarse en un gran frente de lucha capaz de convertir la rebeldía existente en un poderoso movimiento de resistencia civil, el cual debe emprender todas las acciones necesarias para propiciar una reforma que recoja las demandas populares.
Por Alfonso Hernández
La noticia de que el Presidente declarará la emergencia social por la crisis del sistema de salud, más que el reconocimiento tardío de esta grave situación, constituye un anuncio de nuevas desmejoras y mayores tributos. Pretextando que va a cumplir la sentencia de la Corte Constitucional que dispuso que los regímenes contributivo y subsidiado deben tener los mismos beneficios, y la promesa de alcanzar el cubrimiento de toda la población, el mandatario prepara una nueva reforma tributaria para los entes territoriales y la exclusión de varias enfermedades, que no serán atendidas por las EPS ni su tratamiento sufragado por el Fosyga, Fondo de Solidaridad y Garantía, sino costeado por los afligidos, si cuentan con los recursos necesarios.