Carta abierta al Comité Nacional de Paro: perseverar en los objetivos unitarios de la enorme movilización nacional y en los procedimientos democráticos de funcionamiento

Llamamos al Comité de Paro y a los voceros a que no abandonen, desdibujen o diluyan los objetivos trazados en el Encuentro de Emergencia del 4 de octubre y refrendados en las reuniones y documentos anteriores a la carta a la que nos referimos aquí. Además, conminamos a los voceros, o grupos de ellos, a que no se tomen atribuciones que no se les han conferido y respeten el funcionamiento democrático indispensable para mantener la unidad.

Bogotá, 29 de noviembre de 2019

Compañeros voceros del Comité Nacional de Paro, compañeros del Comité de Paro:

En las horas de la noche de ayer conocimos con sorpresa una carta al presidente de la República, firmada a nombre del Comité Nacional de Paro, cuyo texto nunca se discutió en el Comité, como lo pueden atestiguar todos los asistentes a la reunión llevada a cabo el día 27 de noviembre en las horas de la noche en la sede de Fecode. Tampoco fuimos invitados a ninguna reunión con tal propósito el día de ayer, sino que alrededor de mediodía se convocó a una rueda de prensa para las cinco de la tarde en la que se les entregó a los medios copia de dicha carta. Además, de manera inconsulta y abusiva se tomó el nombre del Comité Con Las Pensiones No y Salario Digno y del compañero Alejandro Torres como si estuviésemos firmando tal documento. 

Lo más grave: la carta incluye solicitudes nuevas, tales como “la reforma política y electoral”, que no ha figurado como exigencia del actual movimiento popular, que no se ha discutido en ninguna reunión del Comité de Paro y que los firmantes del documento sacan de la manga demostrando una actitud completamente antidemocrática. Desvía, pues, la susodicha carta los objetivos del paro, los diluye, los subordina a intereses ajenos o, al menos, inoportunos. ¿A qué tipo de reforma electoral y política se refieren?, ¿quién la ha diseñado? ¿quién les ha dado tales atribuciones a los suscriptores del documento? ¿Contribuyen acaso a la unidad y fortaleza del movimiento tales usurpaciones de las potestades del Comité? ¿Se va a someter la presente gesta popular a los intereses electorales de algunos sectores? 

Vemos con harta preocupación cómo las reivindicaciones que motivan la lucha, no solo en Colombia sino en Latinoamérica, tales como el rechazo a la reforma pensional regresiva, a las disposiciones contra el contrato laboral, a las que deterioran el derecho a la salud y las tributarias, que reducen los gravámenes a los monopolios en tanto que los cargan despiadadamente sobre los flacos presupuestos de asalariados y pequeños empresarios y comerciantes, se reducen a frases generales sobre la desigualdad social o llaman a seguir el trillado y desastroso camino de la concertación. 

El paro no ha buscado conseguir un nuevo pacto social, sino derrotar las pretensiones del régimen y de los gremios del gran capital; no obstante, se pide un “dialogo incluyente que debe garantizar la participación […] de todas las organizaciones de la sociedad civil”, es decir, incluso de los gremios y de los empresarios (principales azuzadores de los proyectos causantes de la indignación nacional), de los cuales se dice que “pueden contribuir al desarrollo de la agenda”. Hay, entonces, un claro acercamiento a los planteamientos del gobierno y una renuncia a la muy clara posición inicial de que este debe discutir con el Comité de Paro exclusivamente. 

Desaparece la exigencia categórica de que se desmantele el Esmad, por la que clama una parte considerable de la sociedad y, con mayor fuerza y justeza, la juventud colombiana, víctima principal de la brutalidad y los asesinatos de ese cuerpo de policía. 

Una cosa es que se exprese la demanda de que el gobierno cumpla los acuerdos de paz, lo cual respaldamos, y otra muy distinta es que se llegue a suscribir documentos y a darles prestancia a personajes como Humberto de La Calle, exministro de Gobierno del régimen de César Gaviria, quien fue el primer gran impulsor de la apertura neoliberal, de las privatizaciones y quien impuso las leyes 50 de 1990 y 100 de 1993, de las cuales fue ponente Álvaro Uribe. La primera de ellas asestó un golpe demoledor al contrato y a los derechos laborales, y la segunda dio vida a los fondos privados de pensiones y degradó el régimen de prima media y el sistema público de salud. No puede aparecer como abanderado de esta lucha quien fue alto funcionario del gobierno pionero precisamente de las agresiones contra los trabajadores que hoy enfrentamos. Otro tanto se podría agregar con respecto al señor Juan Fernando Cristo. 

En síntesis, reclamamos que se retire de manera inmediata el nombre de Alejandro Torres y del Comité Con Las Pensiones No y Salario Digno de ese desafortunado documento. 

Mantenemos nuestro compromiso con todas las tareas de lucha para enfrentar las reformas retrógradas, el mismo que hemos demostrado desde inicios del año 2018 cuando comenzamos a alertar a las centrales obreras y a la población acerca de las amenazas que se cernían en materia pensional, tributaria, salarial y de salud. 

Llamamos al Comité de Paro y a los voceros a que no abandonen, desdibujen o diluyan los objetivos trazados en el Encuentro de Emergencia del 4 de octubre y refrendados en las reuniones y documentos anteriores a la carta a la que nos hemos referido aquí. Además, conminamos a los voceros, o grupos de ellos, a que no se tomen atribuciones que no se les han conferido y respeten el funcionamiento democrático indispensable para mantener la unidad. 

Llamamos a las organizaciones sindicales, estudiantiles, populares y sociales a que prosigan vigorizando las jornadas y cacerolazos, cabildos y asambleas y a que no permitan que se desvirtúen los objetivos de esta gran lucha, pues ello puede conducir a que se frustren las reivindicaciones y se echen a perder los avances hasta ahora alcanzados. 

Comité Con Las Pensiones No y Salario Digno

Alejandro Torres

Francisco Cabrera

Alfonso Hernández 

Descargar en .pdf esta carta abierta al Comité Nacional de Paro

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