Apoyemos las justas reclamaciones de los camioneros

Después de 12 días de paro sin que sus peticiones sean escuchadas por el gobierno nacional, la Asociación Colombiana de Camioneros, ACC, decidió realizar el lunes 14 de febrero una caravana en la ciudad de Bogotá. Cientos de vehículos se concentraron en las intersecciones de las avenidas Ciudad de Cali y Boyacá con la calle 13, lo cual generó un verdadero colapso del transporte en todo el occidente de la Capital. Los camioneros denunciaron que cuando se encontraban adelantando la protesta fueron objeto de violentas agresiones por fuerzas antimotines, hechos en los que uno de sus compañeros perdió una mano, hay otros lesionados y varios se encuentran detenidos. La represión a las luchas populares ya se ha vuelto cosa de rutina para la administración del Polo Democrático en el Distrito. En Bogotá y Soacha algunos sectores de los taxistas se han sumado a las exigencias.

Los dirigentes del gremio han expresado que la radicalización del paro se vivió también en Antioquia, Boyacá, Valle del Cauca, Quindío, Barranquilla y otras regiones del país, y que las acciones de protesta continuarán hasta tanto no sea derogado el decreto que sustituye la tabla de fletes —fruto de acuerdos anteriores—, por un sistema de libertad vigilada, lo cual los entrega en manos de los generadores de carga, es decir, de los grandes empresarios de la industria y el comercio. La ACC rechaza las mentirosas afirmaciones del jefe de la cartera del ramo, Germán Cardona Gutiérrez, quien ha dicho por los medios que en ningún momento se van a pagar tarifas por debajo de la tabla de fletes; si así fuera, aseguran los camioneros ¿cuál es el afán de eliminarla? Repitiendo la monserga del Banco Mundial el Ministro también ha dicho que Colombia es el único país del mundo en donde aún existe regulación de precios en el transporte de carga, lo cual “atenta contra la competitividad del país” y “genera ineficiencias”, a lo cual responden los camioneros que los verdaderos sobrecostos del transporte se encuentran en los altos precios de los combustibles, la abundante cantidad de peajes y el mal estado de las vías, entre otros.

Los medios de comunicación han tratado de colocar a la ciudadanía contra los camioneros valiéndose de las naturales incomodidades que, fruto del paro, genera la dificultad para desplazarse. Contribuyen así a crear un ambiente favorable que permita doblegar por la fuerza la pelea de estos compatriotas. La verdadera solidaridad con una causa justa pasa por entender tales molestias como gajes de la lucha.

Notas Obreras

Bogotá, D.C., febrero 15 de 2011