La indolencia de los empresarios y del Estado frente a las condiciones que prevalecen en las minas de carbón es proverbial y explica la mayoría de estas desgracias, por lo general anunciadas: “Tres días antes de la explosión hubo una alta temperatura de metano y nosotros monitoreamos y evacuamos.
Los informes que se conocen hasta el momento hablan de 40 cuerpos rescatados de los 73 mineros que se hallaban en los socavones. Las probabilidades de que existan sobrevivientes son casi nulas.