Por Alfonso Hernández
Algunos de los más grandes bancos del mundo dieron a conocer fabulosas utilidades de comienzos de este año; por ejemplo, Goldman Sachs obtuvo cerca de tres mil quinientos millones de dólares en el segundo trimestre, y unos ingresos de 13.800 millones en el primer semestre. Otras entidades, como el Deusche Bank, figuran también entre los que presentan enormes beneficios.[1] Al mismo tiempo, los mercados bursátiles incrementan sus índices de negocios, por lo cual algunos economistas afirman que ya se ve luz al final del túnel.
Otras son las cifras de la economía real. Por ejemplo, el producto interno bruto de los Estados Unidos ha venido cayendo dramáticamente. En el último trimestre del año pasado declinó a una tasa anual de 6,3% y entre enero y marzo del presente, la caída fue de 6,1%. El desempleo se ha incrementado hasta 9.5%; más de seis millones de trabajadores han perdido el puesto desde que empezó la recesión.