Tamaña desvergüenza sólo tiene parangón en las épocas en que los jefes de las camarillas de la UTC y la CTC hacían parte de los directorios de los partidos liberal y conservador que por entonces mangoneaban el país. Este fue el principal aporte que, al menos por ahora, logró llevar a las toldas santistas el tránsfuga Angelino Garzón.