Respaldemos la justa huelga de los trabajadores petroleros
Editorial
A las 9:40 de la mañana de hoy en Barrancabermeja, Gabriel Alvis, presidente de la Unión Sindical Obrera, USO, declaró que a partir de ese momento se iniciaba la huelga indefinida en Ecopetrol. Simultáneamente la USO expidió un Llamamiento a los Colombianos en el cual condensa las razones del movimiento e invoca la solidaridad del pueblo colombiano, de los sectores progresistas y del sindicalismo nacional e internacional.
Editorial
A las 9:40 de la mañana de hoy en Barrancabermeja, Gabriel Alvis, presidente de la Unión Sindical Obrera, USO, declaró que a partir de ese momento se iniciaba la huelga indefinida en Ecopetrol. Simultáneamente la USO expidió un Llamamiento a los Colombianos en el cual condensa las razones del movimiento e invoca la solidaridad del pueblo colombiano, de los sectores progresistas y del sindicalismo nacional e internacional.
Los objetivos que el sindicato llama a defender son más que justos: derogatoria del decreto 1760 y abolición de la Agencia Nacional de Hidrocarburos; que el gobierno desista del regresivo sistema contractual recién ofrecido a los monopolios petroleros lo mismo que de la prórroga de los contratos de asociación vigentes y, por el contrario, que se fortalezca a Ecopetrol. De otra parte, se exige el respeto a la negociación colectiva, a la convención y a la estabilidad, por lo que se rechaza el laudo arbitral del 9 de diciembre. Finalmente se exige el reintegro de los despedidos, el levantamiento de las sanciones y el cese de la persecución sindical, la cual busca inclusive la liquidación de la USO. En síntesis, se plantea la defensa de Ecopetrol, de los derechos de los trabajadores y de la existencia del sindicato.
La respuesta a las justas demandas y a la lucha de los trabajadores ha correspondido a la naturaleza despótica de Uribe Vélez. Las refinerías y demás centros de producción han sido militarizados. Oficiales de la policía y el ejército —como muestra de en qué manos puso el gobierno el manejo del conflicto— han salido ante los medios de comunicación a hacer acusaciones a los huelguista sobre supuestos sabotajes a algunas instalaciones de la empresa, y ya se ha informado que varios huelguistas han resultado heridos por los militares en Apiay. Mientras tanto, los funcionarios civiles, como el ministro de la Protección Social, han anunciado la ilegalización del paro y su disposición de despedir dirigentes y trabajadores de base sin fórmula de juicio. Es evidente que el régimen pretende darle tratamiento de tierra arrasada a la huelga.
Notas Obreras se solidariza incondicionalmente con la lucha declarada por el proletariado petrolero y llama a todos los colombianos a respaldar las acciones que la dirección del movimiento convoque para alcanzar los objetivos propuestos.
Bogotá 22 de abril de 2004.
Comentarios