Con las desgracias de las últimas semanas se ha venido a saber que Ingeominas, la entidad encargada de la fiscalización, solo cuenta con 16 funcionarios para realizar esta actividad, cuando en el país hay 6.000 títulos mineros, 3.000 en explotación y una cantidad igual en exploración y cuando se encuentran en trámite otros 11.000 títulos, amén de las minas ilegales cuya cantidad se desconoce.
La indolencia de los empresarios y del Estado frente a las condiciones que prevalecen en las minas de carbón es proverbial y explica la mayoría de estas desgracias, por lo general anunciadas: “Tres días antes de la explosión hubo una alta temperatura de metano y nosotros monitoreamos y evacuamos.
Nuestro territorio ha tenido unas características geográficas particulares que han incidido de manera importante en el proceso de ocupación y dificultado el desarrollo del comercio interno y de las vías de comunicación.