Mientras llenaba de tanquetas y de gases lacrimógenos los barrios de Patio Bonito y trataba de terroristas a los ciudadanos inconformes y desesperados que claman por una real solución al problema del transporte en Bogotá, el agente de la Volvo y Scania ofreció ¡más buses, más buses, más buses! Porque para él este atiborrado y caótico medio de transporte representa “la democracia en acción”.