10 diciembre, 2023
Notas Obreras

PUBLICACIÓN MARXISTA EN LA RED

Política nacional

Cambios a la medida de Washington

Por Alfonso Hernández

El pasado viernes 29 de mayo The Washington Post publicó una nota editorial[1] en la cual le recomienda a Álvaro Uribe declinar su aspiración a un tercer mandato presidencial. Después de hacerle los elogios debidos a una gestión tan ceñida a los dictados de la gran potencia, el periódico reconoce que el gobierno colombiano se ha debilitado a causa de escándalos tales como los asesinatos de “civiles inocentes”, “el espionaje a periodistas y opositores” y el turbio “enriquecimiento de los hijos del gobernante”. Agrega que el retiro de Uribe fortalecería “las instituciones democráticas colombianas”.

Para darle paz a su alma atormentada Uribe echa mano del soborno, el chantaje y la sumisión

Por Alfonso Hernández

El país ha sido enterado del desgarro que sufre el alma del presidente de la República: movido por sus escrúpulos de demócrata aborrece la idea de perpetuarse en el poder; empero, el amor por la patria le impone mantenerse en el solio por los siglos de los siglos, ya que su modestia no le impide comprender que sólo él puede salvar a Colombia.

En Colombia es tan fácil hacerse millonario: basta con ser hijo del Presidente

Por Alfonso Hernández

Gracias al trabajo concienzudo y valiente del periodista Daniel Coronell, el país ha podido darse cuenta de cuán redituables son las políticas de “Confianza Inversionista” que el presidente Álvaro Uribe impulsa con más avaricia que devoción. En un lapso más breve del que requiere un sufrido afiliado a una EPS para conseguir una cita médica, los hijos del Ejecutivo obtuvieron que unos predios adquiridos a precio de propiedad rural se convirtieran, primero, en lotes para uso industrial, y, luego, en una zona franca, con lo cual sus “inversiones” se multiplicaron por más de 100. Uno solo de los terrenos pasó de costar $33.926.553 a $3.092.998.621, hechos que ofenden no solamente por lo torticeros, sino también por los montos, en un país asolado por el desempleo y el hambre.

Pan al que no tiene dientes

Por Ludwing Niccolò Romanovich

El pasado 6 de marzo varios medios de comunicación divulgaron un plan de salvamento propuesto por el propio Álvaro Uribe Vélez, por medio del cual se destinará una línea de crédito de Bancóldex, correspondiente a 500 mil millones de pesos, para financiar la adquisición de carro “nacional” y la compra de electrodomésticos, con el objetivo aparente de auxiliar a estos renglones económicos, afectados por los vientos de la crisis capitalista que hoy asola a todo el planeta.

Álvaro Uribe: Tapando el sol con las manos

La declaración presidencial rebosa cinismo, ya que es difícil que alguien iguale el récord de Uribe en el pisoteo de los derechos individuales y colectivos de los asalariados, no en su protección.

La única alternativa: construir un partido obrero y unir a la nación

Ninguno de los candidatos ofrece soluciones reales a los trabajadores ni a la patria

El país se aproxima a las nuevas elecciones presidenciales en medio de una inacabable violencia y bajo el azote de la miseria, agudizada por la furia invernal; todo lo cual pone en evidencia hasta qué punto los diferentes gobernantes han tenido preocupaciones harto distintas a las de solucionar los problemas que aquejan a la población: no se ha adelantado ninguna de las obras necesarias para mitigar los estragos de las aguas acrecidas; la pobreza, tema de eternas promesas y de emotivos discursos, asuela a la mayoría de nuestros conciudadanos; la matanza se ensaña sobre más y más gente, y la masa de desplazados atiborra calles y parques.

Rechacemos proyecto de reelección

Por Francisco Cabrera

Colombia se parece cada día más a una colonia en la que el embajador de la metrópoli imperial funge de Virrey. Los gobiernos nativos y las fuerzas políticas que los apuntalan, desempeñan el deplorable papel de cipayos a la espera de la última palabra del representante directo de los amos.

Crece rechazo a entreguismo de Uribe

Editorial

En medio de un ascendiente repudio popular comenzó ayer el proceso de conversaciones que busca aprobar un tratado de libre comercio entre los países andinos, incluida Colombia, y los Estados Unidos. El mencionado acuerdo no es otra cosa que la total anexión económica de estas naciones a la gran potencia.

Uribe: miseria y despotismo

Los próximos cuatro años serán de continuismo en materia económica, de despotismo en el terreno político y de una vulgar hipocresía en asuntos de ética

Por Francisco Cabrera

Por su pasado, por los cien puntos de su programa, por el talante de los personajes de su gabinete y por sus primeros actos de gobierno, Uribe Vélez les ha dejado saber a los colombianos que los próximos cuatro años serán de continuismo en materia económica, de despotismo en el terreno político y de una vulgar hipocresía en asuntos de ética. Anne Paterson, la embajadora del imperio, en el evento “Colombia a los ojos de Wall Street” planteó en público las tareas que la administración Bush le impuso en privado a Uribe en su reciente viaje a Washington: subir el porcentaje del PIB dedicado a seguridad, convocar a las reservas, extender el tiempo del servicio militar, reformar las leyes penales y la estructura judicial, reabrir el programa de interceptación aérea, y, por supuesto, comprometerse con el “mercado libre”.

Tres años de felonía

Por Alfonso Hernández[*]

En pocos meses se cumplirán tres largos años del gobierno de Andrés Pastrana. Durante la campaña electoral, muchos de los editorialistas y otras plumas, a cargo de los cuales corren los análisis sesudos, presentaron al delfín de la Casa Pastrana como el San Jorge que daría la lanzada mortal al dragón de la corrupción, como el paladín de la democracia que pondría coto al clientelismo y como el estadista capaz de alentar el aparato productivo, disminuir el desempleo y entronizar la paz. Promesas que se resumían en el lema de «el cambio es ahora». Cierto que en muchas de esas apologías se percibía una sensación de desgano, algo de falta de convicción, pues la hoja de vida del aspirante no lo acreditaba para capitanear semejante cruzada.