Por Ludwing Niccolò Romanovich
El pasado 6 de marzo varios medios de comunicación divulgaron un plan de salvamento propuesto por el propio Álvaro Uribe Vélez, por medio del cual se destinará una línea de crédito de Bancóldex, correspondiente a 500 mil millones de pesos, para financiar la adquisición de carro “nacional” y la compra de electrodomésticos, con el objetivo aparente de auxiliar a estos renglones económicos, afectados por los vientos de la crisis capitalista que hoy asola a todo el planeta.
¡Que se pronuncien los señores Carlos Gaviria, Jorge Enrique Robledo, Jaime Caicedo, Gloria Ramírez y Wilson Borja sobre si secundan o no la privatización de la ETB!
¡Que el Comité Ejecutivo de la CUT diga claramente si es cómplice del atropello o lo rechaza!
¡Que respondan si es que las privatizaciones son malas cuando las lleva a cabo Uribe y buenas cuando corren por cuenta de sus copartidarios del Polo Democrático Alternativo!
Notas Obreras publica el artículo de la profesora Ana Graciela Peña en el que desnuda las falacias de los pregoneros de la política educativa oficial, tanto en el Distrito como en la Nación.
Por Ana Graciela Peña
La video-conferencia del señor Marco Raúl Mejía “La globalización y sus efectos en la escuela” es uno de los tantos materiales que el Ministerio de Educación Nacional presentó a los maestros colombianos para darle piso teórico a la reforma educativa.
Que se unan todos los sectores susceptibles de unirse y se lancen a la calle a exigirle al gobierno que revoque de inmediato la liquidación, reintegre a los 600 despedidos y le devuelva a Emsirva la prestación de los servicios de aseo y recolección y disposición de basuras. Sólo así el régimen retrocederá y, además, verá comprometido su empeño de clavarle las garras a la más codiciada presa de los privatizadores: las Empresas Municipales de Cali, Emcali.
He ahí sintetizado el ideario predominante que acoge las infamias que contra las luchas consecuentes de los trabajadores han esparcido los patrones de todos los tiempos; que aplaude la claudicación y la entrega de los derechos que tanto sacrificio les han costado a las masas obreras; que reniega de la “lucha de clases”, mientras la burguesía le tiene declarada una guerra despiadada a los proletarios…
La declaración presidencial rebosa cinismo, ya que es difícil que alguien iguale el récord de Uribe en el pisoteo de los derechos individuales y colectivos de los asalariados, no en su protección.
La lucha contra el recorte a las transferencias Por Francisco Cabrera Cuando la Junta Nacional de Fecode, realizada el 1° de junio, decidió de manera sorpresiva levantar el paro nacional indefinido sepultó la posibilidad de impedir el nuevo recorte a las transferencias y de propinarle una derrota al gobierno de Uribe. Las condiciones eran altamente […]
Durante 21 días los 38.000 trabajadores de la rama judicial agrupados en Asonal, pusieron en jaque al gobierno de Álvaro Uribe. El paro que arrancó el 11 de mayo con el reclamo de mejoras salariales, se mantuvo incólume pese a que fue declarado ilegal y a las insinuaciones oficiales de que hacía parte de un plan para impedir la reelección. Las cosas iban bien hasta la madrugada del viernes 1° de junio, cuando tres de los cinco negociadores del sindicato, pertenecientes al polo Democrático Alternativo, traicionaron a los trabajadores y propiciaron la división.
Por Francisco Cabrera
Desde hace varios años la educación colombiana viene siendo sometida a una profunda reforma que está degradando el nivel de la enseñanza. Su papel ya no es la transmisión del conocimiento, sino la formación en competencias. El último episodio de este proceso es la reforma académica en la Universidad Nacional, contra la cual los estudiantes y parte del profesorado han levantado un fuerte movimiento. Por otro lado, con la Ley 909 de 2004, en el sector estatal se vive una reforma laboral que acaba con la poca estabilidad que existía en los empleos y, a mediados del presente año, 120.000 funcionarios provisionales tendrán que enfrentarse a concursos abiertos de los cuales depende su permanencia en los cargos. Aunque no lo parezca, los dos fenómenos guardan una estrecha relación y analizarlos en conjunto permite ver el asunto de las competencias con mayor claridad.
Por Francisco Cabrera