Las protestas en las estaciones de Transmilenio son cada vez más frecuentes. En la de este 28 de febrero en Banderas, en la localidad de Kennedy, cientos de personas realizaron un bloqueo que duró 10 horas, el más prolongado en los 11 años de existencia del Sistema.
Hace unos días los colombianos presenciamos con una mezcla de estupor e indignación cómo una paladraga demolía con su manaza de acero las viviendas humildes del barrio Marruecos, en Bogotá.
La victoria de Gustavo Petro en la contienda por la Alcaldía de Bogotá se convirtió en el hecho político más importante de la pasada campaña electoral.
Esta campaña no sólo va a decidir quién tomará el relevo en la continuación de los planes neoliberales para la ciudad.
El radical candidato de la oposición sentaba cátedra sobre cómo se dirimen los conflictos entre privados en el Estado de derecho: de un lado la poderosa multinacional esgrime sus cientos de millones de dólares, su miríada de funcionarios fletados pertenecientes a las tres ramas del poder, empezando por la Alcaldesa polista, defendiéndole sus “justos” derechos; y, del otro, los privados de todo, las familias sencillas del Centro Nariño, amenazadas por la policía que las acosa para que cedan y se priven de lo que les pertenece, so pena de ser ultrajados y privados de la libertad.
Señores de la dirección del Polo, déjense de leguleyismos, no consideren que su militancia es tonta. Exíjanle a la Alcaldesa de su partido el retiro inmediato del proyecto del Concejo, al precio que sea; si no lo hace, sanciónenla ejemplarmente; lo demás, es un vil engaño.
Todo muy al estilo felón del Polo, al parecer ya totalmente calado por Santos: doblegarse mansamente ante las órdenes de la burguesía y poner ante las masas cara de yo no fui. En medio de los rendidos agradecimientos al Presidente y a su predecesora en el encargo y de aspavientos sobre transparencias, éticas y pulcritudes, doña Clara manifestó: “Me comprometo, señor Presidente, a los cinco puntos que usted ha reseñado.”
Cabe esperar que las bases del Polo, una y otra vez abochornadas por el comportamiento oportunista de sus dirigentes, llamen a cuentas a ese Comité Ejecutivo que ha contemporizado con las prácticas más reaccionarias y los procederes más turbios.
En una breve aparición en la Asamblea de Accionistas de la ETB, efectuada el pasado 22 de marzo, el Alcalde de Bogotá, Samuel Moreno Rojas, anunció que someterá próximamente al Concejo de la ciudad un proyecto de acuerdo para entregarle el control de la empresa al capital privado.
El pasado 14 de diciembre la junta directiva de la ETB decidió “recomendarle” al Distrito Capital la venta de la totalidad de la empresa.