25 abril, 2024
Notas Obreras

PUBLICACIÓN MARXISTA EN LA RED

Internacional

Globalización y empresas multinacionales

Por Alfonso Hernández

En lo que hace referencia a los asuntos económicos y políticos, las décadas culminantes del siglo XX serán recordadas como un período de máxima concentración mundial de capitales y de hegemonía norteamericana.

Dos contendientes, una política

Por Alfonso Hernández
El país considerado el modelo de la democracia adelanta un nuevo proceso electoral que definirá, en noviembre próximo, quién será el mandatario de Estados Unidos durante los cuatro años venideros. La prensa informa que la opinión se polariza cada día alrededor de las dos únicas posibles alternativas: George W. Bush y John Kerry, en cuyo proselitismo se invierten miles de millones de dólares.

Dos belicosos por la Casa Blanca

Por Alfonso Hernández
Ha entrado en la etapa final la carrera por la Casa Blanca, y los debates entre los candidatos republicano y demócrata facilitan analizar y comprender las posiciones políticas, los intereses y las conductas de quienes aspiran a gobernar a la superpotencia en los cuatro años venideros. El punto más álgido, y el más esclarecedor, sin lugar a dudas, ha sido el de la guerra contra el pueblo irakí.

Las desventuras de un aventurero

Por Alfonso Hernández
Cuando, en marzo de 2003, los Estados Unidos lanzaron la agresión contra Irak, los círculos dominantes de la potencia despreciaron las protestas, que se extendieron a todos los continentes y desdeñaron los reclamos de gobiernos como los de Francia y Alemania. La arrogancia los obnubilaba. Una pronta victoria les permitiría no solo acaparar las ganancias de la guerra sino cosechar los dividendos políticos que daban por seguros: el pueblo estadounidense loaría a Bush como su salvador ante las amenazas del terrorismo y lo ungiría para un segundo periodo

Convención Republicana: la política del terror

Por Alfonso Hernández

Durante los primeros días de septiembre se llevó a cabo en Nueva York, en el Madison Square Garden, la Convención Nacional del partido Republicano, cuyo objetivo era proclamar la candidatura de George W. Bush para un segundo período presidencial.

A 130 años de la Comuna de París

Por Alfonso Hernández[*]

«En los más apartados y escondidos parajes se instalarán factorías semejantes entre sí que pondrán en oferta géneros idénticos o parecidos. La inevitable superproducción traerá consigo la estrechez relativa de los mercados, el desempleo, la explosión de los conflictos laborales a una escala jamás conocida. Los problemas de los pueblos continúan siendo los mismos de ayer aunque ahora enfrenten enemigos distintos. Las verdades de Marx y Lenin, lejos de marchitarse, cual lo pregona la burguesía que carece de respuesta para los interrogantes de la actualidad, volverán a ponerse de moda. Parece que el socialismo, al igual de lo acontecido al sistema capitalista, adolecerá de tropiezos y altibajos durante un interregno prolongado, antes del triunfo definitivo. Y los obreros, con sus batallas revolucionarias, proseguirán tejiendo el hilo ininterrumpido de la evolución histórica».
Francisco Mosquera[1]

Desde hace más de una década, la gran burguesía imperialista se lanzó, con renovados bríos, a demoler las conquistas de la clase obrera, a arrasar las empresas rivales por todo el orbe y a derribar las barreras que protegían los mercados de las naciones pobres. A la vez, los monopolios de Estados Unidos se entregaron a una feroz disputa con los de Europa y Japón. El grito de batalla de libertad de mercados apareció como una amenaza para la subsistencia de una porción considerable de la humanidad. Los pregoneros de los mandamases del mundo declararon que la historia había llegado a su fin, que el dominio del sistema capitalista sería perpetuo y que los objetivos proletarios y las reivindicaciones socialistas habían perecido para siempre. La lucha de clases y la de liberación nacional fueron declaradas obsoletas y al marxismo, una vez más, se le expidió certificado de defunción.

Argentina o el fracaso del «mercado»

Por Alfonso Hernández y Alejandro Torres[*]

A comienzos de diciembre, el dúo De la Rúa-Cavallo decidió despojar a millones de personas y a pequeñas y medianas empresas del grueso de sus salarios y ahorros depositados en los bancos. Para evitar el hundimiento de éstos, a los argentinos se les prohibió retirar más de mil pesos mensuales, encerrona a la que los bonaerenses llaman, con algo de humor, el corralito, que acabó de paralizar el comercio y la producción y de reducir al hambre a quienes tratan de sobrevivir con las ventas callejeras. Los cuentahabientes recibirán a plazos y en moneda cada día más desvalorizada lo que consignaron en dólares, y, por lo pronto, a quienes con el tronar de cacerolas exigen la devolución de lo que les pertenece, se les ofrecen, en calidad de abono, bolillazos y disparos en abundancia. Nadie puede llamarse a engaño: el respeto a la propiedad privada, que se proclama como la base de la sociedad moderna, sólo cobija a los más poderosos consorcios, la pequeña y mediana propiedad y los frutos del trabajo son confiscados a diario, ya por medio de tributos y tarifas abusivas, acudiendo a trapacerías financieras o, en últimas, mediante el hurto puro y simple, como en el caso que nos ocupa.

Argentina bajo el peso del peso

Los salarios y las pensiones se rebajaron en más de 30%, parte de los cuales se pagan en bonos, los llamados patacones.

Por Alfonso Hernández[*]

En los últimos meses, el mundo del agio se ha estremecido ante el riesgo de un cese de pagos de la deuda externa por parte de los países latinoamericanos. El epicentro de las actuales sacudidas es Argentina, que con la Ley de Convertibilidad fue aplaudida como el remanso de la moneda y las finanzas.

¡Basta ya!

Por Alejandro Torres
El pueblo palestino resiste valerosamente a la barbarie de las autoridades de Israel que con el respaldo de los Estados Unidos pretenden burlarles su viejo anhelo a tener una patria.

Un indeseable visitante

Por Alejandro Torres[*]

El 12 de octubre pasado, Bill Clinton inició su periplo por Venezuela, Brasil y Argentina. El objetivo era apuntalar la hegemonía norteamericana y presionar una más rápida apertura que hiciera realidad el objetivo trazado por su antecesor de crear un solo mercado desde Anchorage hasta Ushuaia.